En la aldea
03 mayo 2024

Luis Ugalde, s.j., teólogo e historiador, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello (1990-2010). Desde 2008 es Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales de Venezuela. En 1997 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo.

Luis Ugalde: “Hay que presionar para que las presidenciales sean este año”

Con su característico verbo claro y preciso, el Padre Luis Ugalde, ex rector de la UCAB, conversó con La Gran Aldea, y sus palabras fueron así de contundentes: “¿Puede Maduro responder a la desesperación creciente de la población? Esa es la pregunta. (…) Cuando tú llegas a la conclusión de que esto no tiene salida es cuando de verdad se negocia. (…) ¿Cómo levantas tú el ánimo ofreciendo solo parlamentarias? No, hay que poner en el centro la batalla por las presidenciales. Lo único que puede movilizar a la población no estrictamente chavista es la presidencial, pero tú no puedes defender solo la presidencial. (…) Con los 26 millones que estamos dentro de Venezuela se puede hacer todo”.

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Olgalinda Pimentel R. | 22 marzo 2020

El sacerdote jesuita Luis María Ugalde cree que en Venezuela solo la negociación política entre chavistas y opositores puede sacarla de la crisis. Aunque no se toleren, deben entenderse porque, después de todo, “el país es un condominio”. Y porque, en materia electoral, es el mejor momento.

“Cuando tú llegas a la conclusión de que esto no tiene salida es cuando de verdad se negocia”, afirma el filósofo, teólogo, historiador, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) entre 1990 y 2010, y poseedor de una enjundiosa visión de la realidad política y social del país. Lo expresa un día antes del anuncio gubernamental de dos casos de la pandemia del coronavirus (Covid-19) que esboza la crisis venezolana de 2016, pero ahora con menos agua y energía eléctrica.

“Este es el gran momento para que el país al fin entienda que su riqueza está aquí, en su cabeza. Y hay que presionar para que las elecciones parlamentarias y presidenciales sean este año”. Y con Juan Guaidó, a quien define “lo más cercano al milagro”.

“Aunque no hubiese ninguna oposición, si no hay agua, si no hay luz, no hay comida, y eso está peor que hace un año, ese es el tema central y la oposición tiene que tomarlo en serio”

Luis Ugalde

-¿Qué llama usted la necesaria negociación política en el contexto actual?

-No puede haber democracia en Venezuela ni hoy ni mañana sin pacto social, es el ABC de la política. Hay unas reglas del juego y contrariamente a eso hay un dictador que no obedece a ningún pacto, ordena, manda y se acabó; esa es la primera idea fundamental. La  segunda: Ni el chavismo ni los chavistas pueden eliminar a los demócratas, ni los demócratas opositores pueden eliminar a los chavistas. Hay que convencerse de eso. En la Venezuela del mañana, los chavistas de una u otra manera van a estar aquí, y hay que poner reglas de juego porque si yo le impongo al chavista que la salida es la cárcel, no sabemos si fuera del país o dentro del país se va a resistir. Yo chavista, si no tengo más alternativa que la muerte, me voy a resistir. Ahora, sí decimos: “Ni yo le voy eliminar a usted ni usted a mí, entendámonos; no es que yo lo quiera, pero nos entendemos”, allí hay una convivencia, como si nos cruzamos en el ascensor y nos saludamos fríamente, como ocurre en un condominio. El país es un condominio.

-¿Usted cree eso será posible en el caso del Comité de Postulaciones para el CNE?

-Vienen, entonces, las negociaciones, hay que negociar la película completa. El negociador principal del Gobierno, Jorge Rodríguez, ha demostrado hasta ahora negociar parte, negociar con trampitas, y dar la idea de que vamos en serio pero que no íbamos en serio a los seis meses, y ese tipo de cosas. Cuando tú llegas a la conclusión de que esto no tiene salida es cuando de verdad se negocia.

-¿Qué quiere decir?

-¿Por qué negoció Vietnam con los Estados Unidos y los Estados Unidos con Vietnam? No porque eran hermanos del alma, sino porque los Estados Unidos se iban a desangrar allá y no iban a acabar con los vietnamitas; y estos dicen, bueno, mejor será que los Estados Unidos se vayan. Entonces, no es porque se quieran, sino porque por pragmatismo negocian. En El Salvador hubo el intento de la toma de la capital. Creía el Farabundo Martí que podía tomar el poder, y el Gobierno que podía acabar con la guerrilla, y cuando vieron que no, dijeron aquí podemos seguir matándonos durante 20 años más, así que vamos a negociar. Tú vas a existir y yo voy existir. El Salvador tiene otros problemas, pero después de la negociación el alcalde de la capital fue uno de la derecha, en la elección, en otra de izquierda, y en otra de la derecha. Es decir, existimos. ¿Al chavismo qué le sale? Tiene que recrearse y para eso necesita salir unos años del poder, salir de la inmensa corrupción en la que han caído, y que están convencidos además de que es así.

-¿Es posible negociar a pesar de la violación de los Derechos Humanos?

-Es la única vía posible. También en El Salvador y en Vietnam se violaron los Derechos Humanos. Eso va por su camino en los tribunales, etcétera, pero otra cosa es la población: Yo me tengo que entender con el chavista, no lo quiero, su política fue un desastre, pero sé que no se van a ir del país; ellos son millones que están desengañados, no van a dar la vida por Maduro, y son millones. Luego, está el Consejo Nacional Electoral que, por la Constitución, tiene que nombrar la Asamblea Nacional. Se necesitan 2/3, pero nadie tiene los 2/3. Los tenía la oposición, pero entre los que saltaron y los que se fueron ya no los tienen, y no queda más remedio que negociar. Si no negocian, el Tribunal Supremo dirá ‘como no se pusieron de acuerdo yo los nombro’. Eso es lo peor que le puede pasar al país, hay que evitar que eso.

“La solidaridad en Venezuela en este tiempo ha crecido, y mucho. La necesidad la ha favorecido”.

-¿Cree que de esa manera es posible conseguir que el nuevo CNE sea un cuerpo respetable, equilibrado?

-Puede ser o no ser. Si será equilibrado y respetable se verá a posteriori. Eso es como el matrimonio, ¿será posible vivir juntos 40 años? Antes no se puede saber. Aquí no estamos diciendo que va a ser el ideal, no, no, no, pero no hay otro camino, y por tanto pongan el empeño en entenderse y en hacerlo bien, porque si no la población va a decir “yo con esas reglas no juego”.

-¿Ve posible realizar en este 2020 unas elecciones parlamentarias y presidenciales?

-Si le pregunta al Gobierno le dice “antes solo las parlamentarias, antes me mata usted, yo no voy a aceptar las presidenciales”, porque eso sería aceptar que Maduro no es Presidente, lo cual es la verdad según la Constitución; no es Presidente demócrata, será un dictador porque lo es el que no respeta la Constitución, pero ¿puede Maduro responder a la desesperación creciente de la población? Esa es la pregunta.

-La pregunta puede responderla la realidad del país: No hay agua, no hay luz, no hay transporte y cada vez menos comunicaciones.

-Aunque no hubiese ninguna oposición, sino hay agua, sino hay luz, no hay comida, y eso está peor que hace un año, ese es el tema central y la oposición tiene que tomarlo en serio. Si no salimos de este régimen el país no tiene salida. Entonces, la negociación es decir “mire, usted opina una cosa y yo opino otra, allí está la Constitución, vamos a unas votaciones”. Nosotros decimos tienen que haber elecciones parlamentarias que están en la Constitución y la presidencial que nos la deben, que no se dio como lo dice la Constitución. ¿Y cuándo? Bueno, hay que presionar para que sea este año. Juntas sería ideal.

-¿Y es posible?

-Posible es si tú obligas; libremente no va ni cierta oposición, ni el Gobierno a ninguna elección, va obligado.

-Pareciera imprescindible una forma de presión de la sociedad civil, ¿las protestas pueden obligar al Gobierno?

-Bueno, no hay más.

-¿Cómo conectar la protesta social con el objetivo de obligar a realizar elecciones?

-Tú tienes que combinar con la presión internacional que es brutal, y va a ser más brutal con la presión nacional. En lo internacional, sino hay movilidad, si hay resignación, no hay camino. Tiene que haber esta presión. Y luego la otra, con un solo objetivo: La que interesa que son las elecciones que están en la Constitución.

-¿Cómo vería usted un acuerdo solo con las elecciones parlamentarias?’

-Eso lo responderé cuando llegue el momento. Queremos tener una sociedad que quiere ir a votar y está movilizada, pero si usted le dice ‘no, no, no, solo van a ser las parlamentarias’, y eso es además lo que quiere Maduro para perpetuarse, porque ya no habrá Guaidó, ni Asamblea Nacional independiente… ¿usted cree que la población va a ir a votar? Ni tonta que fuera. Es muy distinto decir la Constitución manda, y serán las parlamentarias y las presidenciales que esta ordena. La oposición puede perderlas, porque la gente no va. Entonces, hay que decir voy a jugar pero el árbitro tiene que ser confiable. Al Gobierno le interesa ese desánimo en la oposición. ¿Cómo levantas tú el ánimo ofreciendo solo parlamentarias? No, hay que poner en el centro la batalla por las presidenciales. Lo único que puede movilizar a la población no estrictamente chavista es la presidencial, pero tú no puedes defender solo la presidencial.

-¿Qué opina del Comité de Postulaciones que preside el diputado Ángel Medina (PJ)?

-No opino sobre esas cosas. Sobre Medina tengo el mejor concepto.

-¿Y de los militares en este contexto?

-Tampoco opino sobre eso porque el tema militar se sabe al día siguiente.

“El chavismo tiene que salir unos años del poder, salir de la inmensa corrupción en la que ha caído y que están convencidos además que es así”

Luis Ugalde

-¿Ha entendido la oposición el tema militar?

-El mundo militar está absolutamente vigilado por los cubanos, y con la tortura ha sido más duro el régimen con los militares que incluso con los civiles. Ese es un terreno difícil. Pero hay un inmenso malestar en el mundo militar. Eso es lo que tenemos que tener claro. Malestar en las familias de los militares porque están padeciendo las bajas coberturas del Seguro Social; en los cuarteles no hay comida. Pero una cosa es malestar y otra que digan ‘vamos a tumbar al Gobierno’.

-¿Cuál su balance de la gestión de Juan Guaidó como Presidente interino y en su segundo período al frente de la Asamblea Nacional?

-Esto no es cuestión de antipatía o simpatía personal, pero lo que ha ocurrido aquí desde diciembre para acá es lo más cercano a un milagro. ¿Qué quería hacer el Gobierno en diciembre? Ganar la Asamblea Nacional, pues ¿a quién iban a apoyar Trump y Europa si el Parlamento es mío?, ¿y cómo se gana? Sencillo: Compras a unos e impides que otros vayan a votar por la directiva, y en enero se acababa Guaidó y la Asamblea. Eso es lo que hace un gobierno con todo el poder. Eso les salió no mal, muy mal. Tan mal le salió que ya no apuesta nada a la directiva que cocinaron. Después de eso, Guaidó se les escapa del país y se reúne con toda América del Norte y del Sur y con la Unión Europea. Y luego regresa al país. No lo pueden dominar y los reta todos los días. Guaidó es lo más cercano al milagro, sin convertirse en ídolo, pero así ha actuado. Si el conjunto de la población y el conjunto de tuiteadores hiciera la décima parte de eso, mañana tendríamos un gobierno democrático. Guaidó ha mostrado talento, un valor increíble y no se ha rendido, de manera que el problema no es si a mí me cae bien o no Guaidó, sino que es el único legalmente. Y tiene el apoyo porque es el Presidente de la Asamblea Nacional y la Constitución dice que cuando no hay Presidente el de la Asamblea tiene que asumir la transición. Y aparte de eso, lo hace muy bien y si te cae simpático pues mejor.

-¿Cuáles han sido los principales errores de la oposición, a pesar de que “Guaidó es un milagro”?

-Todo lo que se organizó en Cúcuta por la ayuda humanitaria. ¿Cómo iba a entrar la ayuda humanitaria al país si bastaban 10 guardias nacionales para que el camión no pasara? Se creó toda una expectación. A mí nunca me pareció que eso era sólido. Y también lo que hicieron antes del 30 de abril en La Carlota. Allí abortaron algo que estaba caminando. No basta que sean intentos, sino que estén bien pensados. Pero yo no voy a ponerme a rehacer la historia, hay que ponerse en el pellejo de ellos; es muy fácil desde Miami o desde no sé dónde decir lo que tienen que hacer.

-¿Venezuela conseguirá una salida a la crisis antes de que Guaidó termine la presidencia de la Asamblea Nacional?

-Yo creo que sí.

-¿Y qué mensaje le da a los jóvenes que se fueron del país?

-Hay gente que dice que ya con la gente que se ha ido no podemos hacer nada. Y mire, con los 26 millones que estamos dentro de Venezuela se puede hacer todo. Los jóvenes lo primero que tienen que pensar es en el futuro de su país. Yo sé que eso es difícil pero hay gente que cree que llegó a Chile o a Colombia, y le van a dar todo en bandeja. Fuera la cosa está mucho peor que dentro. Estudiar en Colombia, por ejemplo, cuesta 10 veces más de lo que cuesta en una universidad venezolana. Y al final estás en tu país. Así que lo primero que hay que hacer es bajar la ilusión de que afuera te van a recibir con los brazos abiertos, hay gente que está pasando trabajo y sufrimientos que aquí no hubiese pasado. Lo mismo los empresarios y la Iglesia, tenemos que trabajar aquí. Hay cosas que yo estoy viviendo en el barrio La Pradera, en La Vega. Tenemos 3 mil alumnos con escuelas creadas después de Chávez, con 1.500 comidas.

-¿Es posible la unión sin solidaridad?

-Sin solidaridad nada es posible. La solidaridad en Venezuela en este tiempo ha crecido, y mucho. La necesidad la ha favorecido. En el Barrio estamos haciendo las cosas sin un solo centavo del Gobierno. Ahora hay muchos más venezolanos que son más responsables y solidarios que antes.

*Fotografías cortesía UCAB, facilitadas al editor de La Gran Aldea.

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