En la aldea
19 abril 2024

Paola Bautista de Alemán, periodista, política e intelectual venezolana: “Sin partidos no hay inauguración democrática estable”.

Paola Bautista de Alemán:

“Una salida negociada será posible en la medida en que dentro del chavismo quieran caminar a la democracia”

La política e intelectual venezolana Paola Bautista de Alemán presenta el libro “El fin de las democracias pactadas. Venezuela, España y Chile”, y analiza los elementos clave que necesita el país para construir la transición. “La democracia que nació en Puntofijo no tuvo capacidad de reforma, los pactos no fueron actualizados, a diferencia de España y Chile”; y hace hincapié en que “los venezolanos debemos trabajar con muchísima fuerza, generosidad, rectitud y en unidad, hasta que alcancemos la democracia”.

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Pedro Pablo Peñaloza | 28 junio 2021

Paola Bautista de Alemán se presenta como política e intelectual venezolana. Periodista egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, cursó estudios de Maestría en Ciencia Política en la Universidad Simón Bolívar, y luego obtuvo el Doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Rostock (Alemania).

Pero también es una mujer de acción. Miembro de la junta de dirección nacional de Primero Justicia, recorre el país llamando a mantener viva la lucha por la democracia en Venezuela

Presidenta del Instituto de Estudios Sociales y Políticos FORMA y de la Fundación Juan Germán Roscio, Bautista de Alemán publica este mes de junio el libro El fin de las democracias pactadas. Venezuela, España y Chile, bajo el sello de la Editorial Dahbar.

“La fragmentación no es tan compleja como la polarización, el problema es la incapacidad para llegar a acuerdos y consensos”

Paola Bautista de Alemán

-Puede decirse que en el libro analiza el nacimiento, auge y crisis de las democracias en Venezuela, España y Chile. De esos tres casos, dos se mantienen pese a las adversidades y uno sucumbió ante el autoritarismo. ¿Por qué, a diferencia de la española y la chilena, la democracia venezolana sí cayó derrotada?

-Existen varias diferencias entre los casos, la más notable es aquella que el constitucionalista norteamericano Tom Ginsburg llama “veneración constitucional”. Eso quiere decir que en el caso venezolano, cuando surgieron voces rupturistas, desleales al sistema democrático, la Constitución de 1961 y nuestra democracia no tuvieron quien la defendiera. En el caso de la Constitución española de 1978, cuando emergieron actores sumamente críticos con ese pacto suscrito durante la transición, hubo actores e instituciones que se abocaron a su defensa. El caso de Chile es más complicado, están viviendo un proceso constituyente y solo el tiempo dirá si el pasado de Venezuela es el presente de Chile. Otro aspecto que es muy importante para la supervivencia de los sistemas políticos es la dinámica reformista. La democracia que nació en Puntofijo no tuvo capacidad de reforma, los pactos no fueron actualizados, a diferencia de España y Chile. El tercer aspecto que marca la capacidad de supervivencia de las democracias pactadas es el entorno internacional. Para España es muy importante su pertenencia a la Unión Europea, eso ofrece un clima de estabilidad que resguarda al sistema democrático. Esa realidad no la tuvo Venezuela ni ahora Chile.

-La oposición insiste en exigir elecciones libres. ¿Basta con unos comicios justos y transparentes para resolver la crisis venezolana?

-La exigencia de elecciones libres es un deber ciudadano, es un derecho humano vivir en democracia. Las elecciones libres no son suficientes, pero son un paso necesario e importante para avanzar hacia la democracia. Son insuficientes porque el daño que ha padecido nuestro país tiene impacto en lo humano, lo institucional y lo cultural. El chavismo ha herido nuestra alma de pueblo. En lo institucional está la destrucción del Estado, que quedó reducido a sus funciones coercitivas porque solo les interesa el poder, y existe una afectación cultural donde se va erosionando la herencia democrática.

“Venezuela demanda en estos momentos políticos que tomemos los valores de la democracia y hagamos crecer al país, a pesar de las miserias materiales a las que estamos sometidos”

Paola Bautista de Alemán

-Destaca que para la construcción de la democracia venezolana fueron clave los acuerdos suscritos por los líderes de los partidos que se oponían a la dictadura. ¿Cómo alcanzar ese estadio en la Venezuela actual, con una oposición fracturada y dividida?

-Uno de los mayores desafíos políticos de hoy es la construcción de una unidad política que sea eficiente y pueda desafiar a la dictadura, pero lamentablemente vivimos el peor momento de la oposición. La principal causa de este momento tan difícil es la longevidad y la violencia de la dictadura. A veces hablamos con ligereza de los problemas internos de la oposición, sin considerar que son más de dos décadas luchando y que esa realidad de esfuerzo, sufrimiento e incertidumbre deja huella y afecta la capacidad de articulación política. Tenemos que mantener a los partidos políticos como condición predemocrática fundamental, en el caso tal de que podamos gozar de un proceso de liberación en el corto plazo. Sin partidos no hay inauguración democrática estable. Y, a su vez, tenemos que encontrar formas de cooperación con la denominada sociedad civil. Para que los partidos podamos sobrevivir y encontremos nuevas formas de cooperación con las instancias de la sociedad civil, considero que se necesitan cuatro cosas: 1) Calidad humana de los actores políticos; 2) Altura de miras, que sepamos ver a largo plazo; 3) Virtud política, prudencia y fortaleza; y 4) Que cada uno reconozca sus dimensiones y sepa cuánto puede aportar a este proceso político.

-¿Se puede alcanzar una democracia pactada con partidos debilitados y disminuidos, cuya representatividad está seriamente cuestionada?

-Para que los pactos políticos sean respetados, quienes los suscriben deben ser representativos. ¿Cuál es el signo de representación cuando se han agotado los mecanismos de representación formales que son las elecciones? Pues, el signo de representación es la obediencia. Que un líder firme un pacto y el país lo acepte. Actualmente, los partidos a nivel mundial están viviendo una crisis de representación. Cuando vemos procesos de liberación democrática en países que han perdido condiciones predemocráticas, donde no hay partidos sino liderazgos apalancados únicamente por la sociedad civil como Václav Havelen República Checa y Lech Walesa en Polonia, constatamos que el factor que les da representación es la acción real. Aquí el principal obstáculo no es la representación, es la poca capacidad de reforma interna que tiene el régimen chavista. Cuando los actores políticos quieren democracia, hay democracia. El principal obstáculo para alcanzar una democracia pactada no es la representatividad, sino la poca capacidad de reforma interna que tiene el régimen chavista.

“El daño que ha padecido nuestro país tiene impacto en lo humano, lo institucional y lo cultural. El chavismo ha herido nuestra alma de pueblo”

Paola Bautista de Alemán

-Mucho se dice que el liderazgo opositor no sabe tratar con el mundo militar. ¿Pero acaso eso supo hacerlo la democracia venezolana? Hugo Chávez se jactaba de haber conspirado desde mediados de los ‘70 y la cúpula militar chavista se formó durante la democracia venezolana. ¿Entonces, qué pasó allí?

-El mundo militar es opaco. En la erosión democrática venezolana, hubo actores desleales a la democracia que ingresaron al sistema político y desde allí conspiraron. ¿Qué antídoto pudiera haber faltado para contener a estos actores desleales? Un poco de memoria histórica. Estaba el 23 de enero, pero no nos explicaron que durante la dictadura se torturó y mató gente, que nuestra democracia costó sangre y que nuestra transición fue referencia a nivel mundial. Eso afectó la veneración constitucional. El tema militar es aún más complejo porque van más de dos décadas de destrucción institucional. El mensaje al mundo militar debe tener tres pilares: 1) Solidaridad, porque los militares leales a la Constitución sufren en demasía la violencia del régimen; 2) Seguridad, estabilidad y orden, destacando que la oposición está lista para ser gobierno y que seremos actores leales a la Constitución; y 3) Amplitud, que vean un futuro de inclusión y justicia que nos traerá paz.

-Aquí se apostó por un “quiebre” que quizás tenía como paradigma lo ocurrido en 1958: El dictador huye y las fuerzas democráticas conducen la transición. Sin embargo, una salida negociada y electoral implica llegar a acuerdos con el régimen. ¿Eso es posible?, ¿se puede construir democracia con el chavismo?

-Una de las conclusiones más firmes del estudio que recoge esta publicación, es que la variable insustituible para el cambio político negociado es la voluntad de reforma democratizadora de quienes ostentan y secuestran el poder y el uso de la fuerza. Una salida negociada será posible en la medida en que dentro del chavismo existan actores políticos que quieran caminar a la democracia. ¿Cuándo un dictador quiere caminar hacia la democracia? Cuando sabe que puede permanecer en el poder de manera democrática, es decir, que abrirse a la democracia no significa la pérdida del poder. Por otro lado, es muy importante la tradición rupturista que tiene nuestro país. Eso no es un determinismo, pero sí es una contextualización cultural. Los venezolanos estamos acostumbrados a que los cambios sean vía ruptura. Para que haya una salida negociada, el chavismo tiene que ser reformable. ¿Eso es posible? Lo veremos.

“Las elecciones libres no son suficientes, pero son un paso necesario e importante para avanzar hacia la democracia”

Paola Bautista de Alemán

-Desde hace años se dice que en la lucha contra el régimen chavista, levantar las banderas de la democracia y la libertad no es tan atractivo como apelar a las necesidades básicas de la población. ¿La democracia tiene pocos dolientes?

-Siempre recuerdo la campaña de Chávez en 1998, donde su principal promesa electoral fue una cosa tan abstracta y fundamental para el sistema democrático como una Constituyente y una Constitución. Sí creo que cuando el discurso político está apalancado y da testimonio de valores democráticos, es capaz de despertar y movilizar a la gente. Lo que yo he visto es que cuando las personas se reconocen reducidas a sus miserias materiales, eso tiene un talante de humillación. Las personas quieren que vayamos a las comunidades y hablemos con ellos para que digamos que ellos valen por el solo hecho de existir, y que cada venezolano es único, irrepetible e insustituible en el trabajo de construir esta República. Venezuela demanda en estos momentos políticos que tomemos los valores de la democracia y hagamos crecer al país, a pesar de las miserias materiales a las que estamos sometidos.

-En el libro abunda sobre el avance del sistema de partidos en Venezuela, desde el sólido bipartidismo hasta la atomización. Hoy cabría preguntarse: ¿Para qué tantos partidos en Venezuela?, ¿hay un nuevo sistema de partidos o un archipiélago de egos donde cada quien monta tienda por sus aspiraciones personales?

-El principal problema no es la fragmentación. La fragmentación es un signo de un espectro político que está en problemas, amenazado o que es autocrático, porque hay problemas para articular esfuerzos. Cuando uno ve la Concertación chilena, eran más de 20 organizaciones. La fragmentación no es tan compleja como la polarización, el problema es la incapacidad para llegar a acuerdos y consensos. Ahora el principal desafío de los partidos es sobrevivir. Y para sobrevivir, la principal herramienta es el trabajo político cercano, humano, con cada uno de los militantes, y el fortalecimiento de la institucionalidad del partido. Una comunidad de personas unidas por ideas y fines comunes, es un partido que no solamente sobrevive sino que al llegar la democracia es la fuerza política que más aporta al desarrollo institucional.

“No nos explicaron que durante la dictadura se torturó y mató gente, que nuestra democracia costó sangre y que nuestra transición fue referencia a nivel mundial”

Paola Bautista de Alemán

-Puede que no haya una fórmula que garantice el éxito, pero del libro se desprende que hay más posibilidades de triunfar si los cambios son graduales e incluyen a factores que provienen del régimen autoritario. ¿Los venezolanos están obligados a renunciar a la ilusión del “borrón y cuenta nueva”?

-Hay más posibilidades de triunfar si los cambios son graduales e incluyen a factores que provienen del régimen autoritario. En los tres casos que incluye nuestro estudio, hubo una alta capacidad de reforma interna por parte del régimen autoritario. Era tal la voluntad democratizadora de Marcos Pérez Jiménez, que prefirió abandonar el poder antes que entrar en un proceso de confrontación. En los casos de Chile y España, hubo cooperación del régimen depuesto para la democratización. La pregunta es qué ocurre cuando pareciera que eso no es posible. ¿Qué pasa cuando los actores de la dictadura pareciera que no están abiertos a un proceso de democratización? Allí conviene recordar que cuando las reformas no se facilitan, se abre puerta a la ruptura. Lo que no se dobla, se parte. Los venezolanos debemos trabajar con muchísima fuerza, generosidad, rectitud y en unidad, hasta que alcancemos la democracia sin renunciar a ninguna ilusión.

*La fotografía es cortesía del Instituto Forma, y fue enviada directamente al editor de La Gran Aldea.

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