En la aldea
25 abril 2024

“Nadie debe ser apresado por sus ideas políticas”.

“Freddy me cae mal”

Cada mensaje de apoyo a la injusticia es un crédito adicional al poder, a su agenda para desunir y desarticular a la oposición, para instaurar la desconfianza y desmoralizar. La detención arbitraria de Freddy Guevara en ningún caso prueba la hipótesis de su supuesta complicidad con el chavismo y tampoco contribuye a solucionar nuestros problemas. Nadie debe ser apresado por disentir. No importa si te cae bien o mal. Todos somos vulnerables. No lo olvides.

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Naky Soto | 13 julio 2021

Este lunes 12 de julio detuvieron arbitrariamente al dirigente opositor Freddy Guevara. Este atropello ocurrió después de un par de esfuerzos comunicacionales del sistema de propaganda del régimen de Nicolás:

    1. El de vincular a las bandas delictivas de la Cota 905 (responsables de la crisis de violencia de la semana pasada en el suroeste de Caracas), con el partido Voluntad Popular, EE.UU., Colombia, los conflictos en Apure y hasta el magnicidio en Haití.
    1. No menos importante: La divulgación de datos falsos sobre el informe de la agencia de cooperación estadounidense, USAID. Este segundo elemento contó con los talentos de la oposición prêt-à-porter, los que bailan al son que el chavismo toque.

Esto ocurre después de que Venezuela sirviera de difusor de la crisis política en Cuba, una dictadura que ha enseñado al chavismo todo sobre sus sistemas represivo y propagandístico. Bastante caro nos lo han cobrado. Mientras detenían a Freddy Guevara y hostigaban a Juan Guaidó, un importante grupo de cuentas creadas hace días en Twitter, salió a las redes a ‘comentar’ tuits de personas con muchos seguidores. Tres mensajes clave estructuraron esos tuits: “Todo es un show” (es decir, Guevara no estaba siendo detenido o es un montaje entre aliados), “Ahora se va del país con lo que se robó de la USAID” (esto es solo una excusa para optar por el exilio), y “Se lo merece”, una manera de azuzar rencores en su contra.

La inversión de estas cuentas funcionó. Muchas personas (no bots), decidieron hacer manifiesto su rechazo por los políticos opositores, especialmente contra los del partido Voluntad Popular, y además, llegaron inclusive a pedir que no se solidarizaran con Freddy Guevara. Incluso celebraron la detención arbitraria. Repitieron sin remilgos los mensajes clave de los bots, guardándose el debido proceso y la noción sobre derechos humanos en un bolsillo, porque “si alguien me cae mal, quiero que le vaya mal”. Fueron unas pocas horas donde la discusión popular no versó sobre los conflictos de siempre, sino en los errores del Gobierno interino y el gozo que se supone produce verlos atropellados por el poder, incluso y sobre todo en cuentas que se dicen opositoras.

“Los derechos humanos no son relativos, no operan por simpatías (…) son universales y todos estamos llamados a protegerlos, reclamarlos y exigirlos”

Si Freddy Guevara te cae mal, si le guardas rencor por lo que no ha logrado, si crees que esa decepción por la falta de logros justifica que homologues su agenda con la del poder, es tu perspectiva, no tengo por qué respetarla, así que seguiré trabajando para tener el derecho a cuestionarla. El chavismo sembró una idea capital en el imaginario colectivo: “Tú odia, que yo me encargo del resto”. Odia, envidia, cuestiona, exalta tu rencor, que yo me encargo de vengarte, de atropellar, de demostrarle a cualquiera quién tiene el poder ahora. Por eso hay muchos que aún relativizan el colapso de su ‘modelo’, que sufren todas las consecuencias pero se felicitan porque ‘al menos ahora todos somos pobres’.

La detención arbitraria de Guevara en ningún caso prueba la hipótesis de su supuesta complicidad con el chavismo y tampoco contribuye a solucionar nuestros problemas. Los derechos humanos no son relativos, no operan por simpatías, no dependen de lo que creemos se merece otra persona. Los derechos humanos son universales y todos estamos llamados a protegerlos, reclamarlos y exigirlos.

Nadie debe ser apresado por sus ideas políticas. Cada mensaje de apoyo a la injusticia, es un crédito adicional al poder, a su agenda para desunir y desarticular a la oposición, para instaurar la desconfianza y la incertidumbre como norma entre nosotros, para desmoralizarnos y convencernos de que son ‘insuperables’. Pero eso no es verdad. Cuando salgan del poder, nos tocará vigilar que se respeten sus derechos humanos, a pesar de la sistemática forma que han tenido para violar nuestros derechos, sin culpas, como francos sociópatas. Y no habrá bot, traidor ni propaganda que nos aleje de la enorme responsabilidad que supondrá reinstitucionalizar este país.

Nadie debe ser apresado por disentir. No importa si te cae bien o mal. Todos somos vulnerables. No lo olvides.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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