En la aldea
25 abril 2024

Urgidos por financiamiento

La reaparición del crédito bancario puede darle un dinamismo adicional a la muy golpeada economía venezolana. Sin duda, representaría un respiro para muchas empresas y personas, pero también es un recurso que por sí solo no es suficiente para poder lograr un crecimiento robusto y sostenible, que es, a final de cuentas, lo que verdaderamente necesita Venezuela. Pero si ese aumento en la cartera de créditos viene acompañado de mayor oferta de dólares y de aumento en la producción de bienes y servicios, junto con el cese de financiamiento del gasto público; entonces podremos ver expansión real y en dólares de esa cartera, y de la liquidez monetaria como un todo.

Lee y comparte
Henkel García U. | 21 julio 2021

En un artículo que compartí con ustedes hacía referencia a la necesidad de financiamiento externo como punto esencial para salir de la actual postración económica. En esta oportunidad toca hablar sobre el financiamiento interno, en especial el crédito bancario.

Decir que el Gobierno no ha sido acertado en sus políticas económicas es llover sobre mojado. No obstante, sí hay que reconocer que en ocasiones impulsaron medidas con un mínimo de sensatez, pero insuficientes y aisladas. Ahora que Venezuela está a las puertas de otro récord negativo (el de las hiperinflaciones más largas), puedo afirmar que sus medidas para salir de la hiperinflación no fueron acertadas.

El proceso ha sido lento, muy lento ya que solo se concentra en desaparecer, de forma relativa, el crédito bancario, para así tener una masa monetaria restringida, limitada y de esa manera contener tanto los precios de los bienes y servicios como el del dólar estadounidense. Si bien ambas variables han desacelerado su ascenso, todavía tienen un impulso importante.

La medida pareciera ser sensata, pero esta tuvo y tiene un efecto negativo para empresas y ciudadanos. Eliminar el pasivo de las hojas de balance cercena una vía de financiamiento fundamental para la economía. Este ha tenido que salir de los poco profundos y limitados bolsillos de la gente. El efecto en la economía real fue tremendo, y más aún con el impacto de la pandemia.

Unas medidas más coherentes hubiesen abordado una variable que suele estar presente en las hiperinflaciones: El desplome de la producción-oferta de bienes y servicios. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero sí queda claro que poco se ha hecho de ese lado de la ecuación. Hoy esos “profundos y limitados bolsillos” están agotados después que empresarios y ciudadanos han hecho un esfuerzo enorme para sobrevivir tanto el colapso económico inercial que traíamos como las consecuencias de tener una economía semiparalizada.

“Las dos principales vías de expansión monetaria (sana) que veo en nuestro futuro son la inversión extranjera, por un lado, y el incremento de la cartera de créditos por el otro”

Existe la necesidad de financiarse vía crédito bancario. Lo que lo restringe es esa agresiva medida de un elevado encaje legal, que por cierto, a la banca se le está siendo imposible cumplir con este y como sistema llevan meses con posición negativa frente al Banco Central de Venezuela (BCV). El Gobierno, por su parte, pareciera esperar a que las presiones inflacionarias se reduzcan aún más antes de flexibilizar el porcentaje que los bancos deben encajar en las cuentas del BCV.

Las dos principales vías de expansión monetaria (sana) que veo en nuestro futuro son la inversión extranjera, por un lado, y el incremento de la cartera de créditos por el otro. Que las empresas puedan mejorar su situación financiera, invertir en proyectos dependerá del comportamiento de esta peculiar e importante variable. Si ese aumento en la cartera de créditos viene acompañado de mayor oferta de dólares y de aumento en la producción de bienes y servicios, junto con el cese de financiamiento del gasto público a través de emisión monetaria; entonces podremos ver expansión real y en dólares de esa cartera y de la liquidez monetaria como un todo, que es lo mismo a decir que se expandirá sin crear mayores presiones en los precios de los bienes y servicios, y del tipo de cambio.

Por último, la reaparición del crédito bancario puede darle un dinamismo adicional a la muy golpeada economía venezolana. Sin duda, representaría un respiro para muchas empresas y para las personas, pero también debo decir que por sí sola es insuficiente para poder lograr un crecimiento robusto y sostenible, que es, a final de cuentas, lo que verdaderamente necesitamos.

@HenkelGarcia

Lee y comparte
La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
Más de Opinión