En la aldea
25 abril 2024

Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras (2021-2023), “nosotros somos de aquí, nos gusta estar aquí y queremos seguir aquí”.

Carlos Fernández: “El viraje que hemos dado obedece a que la realidad del país cambió”

“No veo el optimismo como una valoración de riesgo, lo entiendo como una actitud”, estas son las palabras del presidente de Fedecámaras, y argumenta: “Vamos a recuperar ese estado de modernidad que alguna vez tuvo la sociedad venezolana”. El empresario Carlos Fernández de regreso a lo que llama su “vocación gremial” y más allá de la crisis del sector que ahora representa, manifiesta ser un convencido de que al fortalecer la economía se mejorará la calidad de vida de la gente. “Cuando hay un objetivo superior, uno no se reúne con quien quiere, sino con quien le toca”, y sentencia: “Cuando decimos que debemos ir a un nuevo modelo, es porque estamos reconociendo que el actual no funciona”.

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Alejandro Hernández | 12 agosto 2021

Su ascenso a la presidencia de Fedecámaras estuvo marcado por la polémica participación de la vicepresidenta de la administración de Nicolás Maduro en el evento, así como por la postura manifestada entonces por varios empresarios. A Carlos Fernández le ha tocado encarar la polémica y tratar de exponer la hoja de ruta de su gestión al frente de la principal organización gremial empresarial de Venezuela. Por eso se manifiesta vehemente a favor de la búsqueda de soluciones, una palabra que usa una y otra vez. Afirma sin tapujos que, si la estrategia planteada para la resolución de un problema no está dando resultados, es normal que se cambie por otra que uno considere mejor. Los empresarios, a su juicio, tienen un discurso propositivo, público y con documentos, a la espera de un “nuevo modelo” donde “todos nos sintamos incluidos”, aunque esto se gestione con quienes suman 22 años en el poder.

-¿Qué podemos esperar de su presidencia en Fedecámaras?

-Nosotros vamos a insistir en buscar soluciones a los problemas de venezolanos, nos centraremos no solo en los temas económicos, sino también en coadyuvar en todos los asuntos que afecten la vida diaria de la población. Eso fue lo que intentamos hacer con las vacunas y es lo que haremos, por ejemplo, con el diálogo político que iniciará en México. Ahí estamos haciendo el mayor esfuerzo para que se materialice y pueda servir para lograr los consensos necesarios que permitan darle una nueva orientación a la economía y ajustarla a la nueva realidad que tenemos hoy. El nuevo modelo que nos vayamos a dar tiene que ser un compromiso de todos y, por supuesto, debe tener una definición en la que todos nos sintamos incluidos.

“Si la situación que tiene Venezuela es otra, puede ser que el tono de nuestras declaraciones ya no sea el mismo, pero el objetivo sí lo es”

Carlos Fernández

-Ya que lo menciona, ¿qué pasó con esa propuesta para traer vacunas que le hicieron a Jorge Rodríguez, en el primer acercamiento público que vimos meses atrás en la sede de Fedecámaras?

-La propuesta de las vacunas no ha tenido una respuesta definitiva, porque no hemos recibido una notificación negativa, aunque tampoco positiva. Es importante recordar que nuestro planteamiento es para coadyuvar al Programa Nacional de Vacunación, que es una actividad exclusiva del Estado. Desde el sector privado pensamos que podíamos colaborar en lo logístico y en lo económico, para traer seis millones de dosis y así reducir la carga del Gobierno. Probablemente haya que esperar un poco para la respuesta del Ejecutivo, porque ellos han hecho convenios bilaterales con países como Rusia y China, y, además, están las vacunas que pueden llegar a través del convenio Covax. Creemos que una vez estén definidos los montos y los alcances, probablemente, llegue la contestación a la proposición de Fedecámaras.

-¿Cuál es el estatus y qué aspiran de ese acercamiento con el régimen?

-Eso realmente es lo que ha habido, un acercamiento. El que hemos tenido con la vicepresidenta Delcy Rodríguez comenzó en marzo del año pasado, cuando se decretó la emergencia de la pandemia. En ese momento Fedecámaras  ofreció su compromiso para mantener el suministro de los bienes y servicios esenciales en todo el país; y hoy, orgullosamente, podemos decir que el empresariado cumplió. Con Jorge Rodríguez, lo que hubo fue un encuentro con la Comisión de Dialogo, Paz y Reconciliación de la Asamblea Nacional, el pasado 27 de enero y nada más. Es bueno recordar, que ahí se creó una subcomisión con la sí hemos tenido un trato más cercano. ¿Qué buscamos nosotros allí? Para que los países avancen se necesita trabajo conjunto entre el sector público y el privado. Eso en Venezuela viene funcionando bastante bien, sobre todo a nivel local y regional; son muchas las cámaras de base y las Fedecámaras regionales que tienen buena comunicación y coordinación con sus alcaldes y gobernadores, sean del partido del Gobierno o de la oposición. Eso nosotros queremos replicarlo con el Ejecutivo nacional, intentamos conseguir un espacio que sirva para buscar soluciones a los problemas de la población. Pero básicamente estamos procurando que la economía sirva como espacio de encuentro para la búsqueda de mejoras que nos ayuden a todos, por eso cuando nos vimos con el señor Jorge Rodríguez planteamos el tema de las vacunas, de la ayuda humanitaria, del gas, del diésel, de la gasolina… Y en último lugar dijimos que también se debía trabajar en la devolución de activos al sector privado, así como en establecer una flexibilización para que el empresariado pueda operar y ayudar en la resolución de la crisis que estamos padeciendo. Yo creo que muchos de las dificultades que tenemos pueden superarse, si se permite la participación de la iniciativa privada.

“La institucionalidad atrae confianza, una palabra clave para lograr inversiones y salidas a la crisis económica y social”

Carlos Fernández

-Si del primer encuentro con Jorge Rodríguez no se produjo ninguna medida en concreto en favor del gremio empresarial, ni de la gente; ¿por qué darle tanto protagonismo a Delcy Rodríguez en la Asamblea Anual?

-Primero hay que distinguir, la reunión del 27 de enero fue con el Poder Legislativo, y la invitación a la Asamblea Anual se le hizo al Ejecutivo, iniciativa que tiene una larga tradición en nuestra institución.

-¿Habían hecho una invitación similar en los últimos 20 años?

-Nuestra institución, por lo menos desde la época de los años ‘50 para acá, siempre ha invitado al presidente de la República al acto de instalación de las Asambleas Anuales, incluso durante mucho tiempo se acostumbró que el propio jefe del Estado diera las palabras finales del evento. Lamentablemente, por lo tortuoso y difícil que ha sido la relación entre Fedecámaras y el Gobierno, esa asistencia se había suspendido desde 1999. Pero soy reiterativo en que debemos procurar momentos para conversar y para decirnos las cosas. Obviamente, sabíamos que iba a ser polémico, pero también era la oportunidad para transmitirnos mensajes; porque una de las características que tuvo la directiva saliente y que nosotros trataremos de mantener es que todos los encuentros sean abiertos y públicos, no tenemos nada que ocultar. Cuando hay un objetivo superior, uno no se reúne con quien quiere, sino con quien le toca, y, por supuesto, habrá cosas que serán más fructíferas que otras. Es parte de nuestro trabajo como dirigentes gremiales.

-Dice que estos encuentros son útiles para decirse las cosas y hablar con claridad, pero vimos muy pocos planteamientos críticos y casi ningún cuestionamiento al manejo económico del madurismo, el mejor ejemplo de esto fue el discurso de Ricardo Cusanno.

-El discurso del presidente Cusanno fue más de salida, y enfocado hacia el futuro, que de diagnóstico, porque los diagnósticos se conocen y hay muchos. Quizá hubiéramos esperado otro tipo de intervención, pero bueno, fue la que hubo; y sólo la conocía él. También es bueno recordar que nadie sabía lo que iban a decir los invitados que participaron, obviamente. Yo entiendo tu punto, lo que pasa es que tenemos una óptica distinta; para nosotros la Asamblea tuvo una dinámica de continuidad durante los tres días que duró. Creo que se le está dando mucha relevancia, aunque desde el punto de vista político la tiene, a la presencia de la vicepresidenta, pero el evento fue mucho más que los discursos del día de apertura.

“Las soluciones no son eventos, sino procesos, y procesos que demoran, donde hay muchos obstáculos y se necesita perseverancia para lograr el objetivo trazado”

Carlos Fernández

-¿Qué opina sobre las palabras de Cusanno hacia la comunidad internacional y qué rol cree usted que esta debe jugar hoy en Venezuela?

-Lo que yo entendí de la posición del presidente Cusanno es que el empresariado ha venido imprimiendo una nueva dinámica durante su periodo. Pienso que la intención de él fue de decir que el sector privado tiene hoy su propia realidad, y unas propuestas que deberían ser escuchadas a la hora de fijar posiciones internacionales con respecto a Venezuela, porque una cosa es lo que pueden expresar los políticos, exiliados o no, y otra la que pueden argumentar los empresarios que están en el país y tienen que hacer frente a la situación actual. Puedo comprender que no fue la mejor forma, pero conociendo su gestión y personalidad, creo que él no quiso desestimar a la comunidad internacional, ni mucho menos; sino decir que quizá, hasta ahora, ha faltado incluir la realidad de nuestro gremio y la necesidad de mantenerlo con cierto vigor y capacidad, para apoyar en las soluciones democráticas.

-Fedecámaras reconoció a Juan Guaidó como Presidente interino y fue parte importante del Plan País, ¿cómo se explica un viraje tan marcado sin que se perciba como acomodaticio?

-Creo que es perfectamente entendible el viraje que hemos dado, porque obedece a que la realidad del país cambió. No podíamos seguir en las mismas dinámicas que traíamos antes, si la situación que tiene Venezuela es otra, puede ser que el tono de nuestras declaraciones ya no sea el mismo, pero el objetivo sí lo es. Cuando decimos que debemos ir a un nuevo modelo, es porque estamos reconociendo que el actual no funciona; hoy quizá tenemos una posición menos de queja y más de proactividad, en función de proveer propuestas que pueden ser aplicables dentro de nuestra localidad. Es muy normal que, si la estrategia planteada para la resolución de un problema no está dando resultados, se cambie por otra que uno considere mejor.

-¿Lo dice por Juan Guidó y el Gobierno interino?

-La dinámica ha conllevado a que tengamos un posicionamiento relativa o mayormente distinto al que teníamos un tiempo atrás; no es un reacomodo en términos de intereses, sino una adaptación en función de la realidad actual. En ese cambio de estrategia, tú puedes coincidir con alguno y puedes diferir con otro. Puede que te acerques con algunos que piensan distinto a ti y puede que te aleje de quien tenía más similitud contigo; depende de la agenda de cada quien. Pero para nosotros es muy importante que el país entienda, que las soluciones no son eventos, sino procesos, y procesos que demoran, donde hay muchos obstáculos y se necesita perseverancia para lograr el objetivo trazado. Ahora, que la gente prefiera que uno sea más crítico y quejón; bueno, yo creo que ya no están dadas las condiciones, entre otras cosas, porque no hay ante quien irse a quejar.

“Que la gente prefiera que uno sea más crítico y quejón; bueno, yo creo que ya no están dadas las condiciones, entre otras cosas, porque no hay ante quien irse a quejar”

Carlos Fernández

-¿Qué le dice a quienes afirman que ‘Fedecámaras legitimó al régimen de Nicolás Maduro a cambio de nada’?

-No estoy de acuerdo con que se diga que el acercamiento que hemos procurado es a cambio de nada, no, porque son procesos largos y estamos buscando alternativas a temas muy complicados, que incluyen a muchos intereses y factores de ambos lados. Entonces no se puede concluir que hemos fracasado, porque aún no se haya materializado nada, estos son procesos lentos. Cuando señalan que la forma no ha sido adecuada, no logro entender a qué se refieren, ¿será por haberlo hecho público?, ¿es preferible hacerlo privado?, ¿será por haber entregado propuestas, en vez de recriminar y quejarnos de lo que todo el mundo sabe? Lo que hicimos fue un discurso propositivo, en público y con documentos. 

-¿Cuáles fueron los parámetros que utilizaron para designar a Alberto Vollmer como empresario del año de Fedecámaras?

-En primer lugar, la responsabilidad social de Ron Santa Teresa es un esfuerzo reconocido por nuestra institución y por muchas otras en el país. Lo segundo es la visión exportadora de la empresa, enfoque que probablemente tengan que tomar muchísimas de las compañías venezolanas a futuro. Y, en tercer lugar, porque Alberto Vollmer ha insistido en la necesidad de que sea el diálogo y la negociación el mecanismo para resolver las diferencias en el país. Esos fueron los elementos tomados en cuenta para entregarle ese reconocimiento.

-¿Fedecámaras cree que la oposición debe ir o no ir a las elecciones regionales del 21 de noviembre?

-Pensamos que es un tema que tienen que decidir los partidos, nosotros, cuando tengamos más información sobre las condiciones, daremos una opinión, pero consideramos que para lograr cambios en cualquier sociedad, es necesaria la movilización ciudadana. Yo pienso que, por lo menos el siglo XX, ha sido la organización de la población el factor que ha producido las grandes reivindicaciones y conquistas sociales; y es importante que la sociedad retome esa actitud activa y de reclamo.

-Alberto Vollmer utilizó la tribuna de la Asamblea Anual para decir que él sí va a votar en las regionales. ¿Esa declaración significa, de alguna manera, la opinión de Fedecámaras?

Fedecámaras no puede responder por lo que digan sus invitados, como te decía al principio de la conversación, los invitados son invitados y ellos dicen lo que ellos consideren. Ahora, por qué él utilizó ese espacio para declarar su postura sobre las regionales, habría que preguntárselo a él, pero esa es su posición y nosotros aún no nos hemos manifestado en torno al tema.

“Intentamos conseguir un espacio que sirva para buscar soluciones a los problemas de la población”

Carlos Fernández

-Jorge Botti dijo que, ‘si íbamos a hablar de jaulas, él prefería la más grande’. ¿Qué opina de eso?

-Quizá la opinión que intentó dar el presidente Botti, es que las cosas no son binarias, ni blancas o negras, sino que son procesos. Capaz quiso decir que antes de llegar a la libertad plena, es mejor ir trabajando desde una jaula grande y no quedarnos encerrados en una chiquitica, sin poder movernos. Entonces pienso que buscó hacer un llamado de atención sobre las opiniones maximalistas. Eso es lo que yo puedo interpretar…

-¿Cuál es la visión de esta nueva directiva sobre el tema de la “Ley Antibloqueo”?

-Pensamos que los problemas económicos no se resuelven solo con leyes, si la solución fueran las leyes, todos los países del mundo serían económicamente prósperos. El tema va mucho más allá de eso, antes fue la Ley Antibloqueo, ahora es la Ley de zonas especiales… Creemos que es más un asunto de modelo que de legislación.

-¿Cree que el régimen está dispuesto a ceder espacios de poder en pro de contribuir con el crecimiento o la estabilización del gremio empresarial?

-Yo estoy optimista en función del proceso de negociación en México. Creo que si ahí se logra una reinstitucionalización del país, habría un reacomodo del poder; y eso es lo que debemos buscar. Sin embargo, es fundamental entender que en ese reacomodo la empresa privada puede hacer aportes importantes y debe respetársele su espacio. Insisto en que tenemos mucho interés en lo que pueda pasar en estas nuevas conversaciones formales entre Gobierno y oposición, porque la institucionalidad atrae confianza, una palabra clave para lograr inversiones y salidas a la crisis económica y social.

-Ya que habla de optimismo, ¿usted es un empresario optimista?

-Como decía Winston Churchill, ‘yo no conozco ninguna razón para no serlo’. No veo el optimismo como una valoración de riesgo, lo entiendo como una actitud. Tenemos territorio, riqueza y si nos enfocamos en esa visión de futuro que hemos planteado, vamos a recuperar ese estado de modernidad que alguna vez tuvo la sociedad venezolana.

-¿Por ese optimismo hizo una importante inversión para comprar una empresa de alimentos?

-Hicimos esa inversión, porque aprendimos de nuestros padres a pensar a largo plazo y porque debido a la situación que vive el país, se consiguen empresas por un costo infinitamente menor al que tendrían en tiempos normales. También lo hago porque creo que este país tarde o temprano va a comenzar a recuperarse y vamos a poder competir, incluso, en el mercado internacional. Pero dejo claro que si no hubiese el clima actual, difícilmente un grupo como el nuestro habría podido comprar una compañía de esta envergadura.

-Donde unos ven una crisis, otros ven una oportunidad.

-Cada quien las toma como quiere, algunos dirán bueno, ‘todo el mundo se está yendo y por eso yo me voy’; otros dicen ‘todo el mundo se está yendo y es la oportunidad para quedarme’. Es un tema que tiene mucho que ver con visión de negocio, pero también más con valores y con arraigo. Nosotros somos de aquí, nos gusta estar aquí y queremos seguir aquí.

-Usted se había retirado de la actividad gremial, se había alejado para dedicarse a sus temas empresariales, ¿qué lo llevó a volver de esta manera tan protagónica?

-Me había retirado digamos de la parte pública y protagónica, pero seguía dando ideas y estaba en la junta directiva de la Cámara de Alimentos, que es donde están mis negocios. Yo tengo vocación gremial, me apasiona y le he dedicado muchos años. También me estimuló la situación del país y sentí que había que regresar a formular nuevas dinámicas y plantear un rumbo distinto, en función de resolver o mejorar la situación del gremio y de la economía del país.

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